Rogelio Jiménez Pons Gómez, director general del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), afirmó que la inflación y el alza de precios de commodities, como el acero, no ha encarecido el material rodante, las vías y los vagones del Tren Maya, una de las obras de mayor calado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“No está afectando en este momento la inflación porque los contratos que tenemos son duros y estamos con mucha exigencia con los proveedores”, comentó el funcionario encargado de la construcción del Tren Maya, el cual correrá por Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
México, como contratante, fijó los precios del material rodante y otras obras en pesos, dijo quien fuera director de Turismo en Tabasco durante el gobierno de Leandro Rovirosa Wade (1977–1982).
“Resulta que el contrato que firmamos no me deja (subir los costos) y eso es un riesgo que tenemos que asumir”, dijo Maite Ramos, directora general de Alstom México.
La empresa francesa Alstom es la encargada de fabricar los 42 trenes para que opere el Tren Maya a partir de diciembre de 2023 transportando viajeros nacionales y extranjeros, trabajadores y carga Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Chetumal y otros destinos turísticos.
El director de Fonatur recordó que firmaron cinco contratos para la construcción del Tren Maya con empresas de China, Japón, Francia, Estados Unidos y México, quienes participaron a través de licitaciones y ganaron en consorcios.
“El acuerdo (pactado en los contratos con las constructoras) fue darle un buen anticipo para garantizar los precios y después vinieron los aumentos (de los commodities)”, comentó el funcionario durante el Día del Proveedor del Tren Maya, organizado por Alstom en su planta de Ciudad Sahagún, Hidalgo.
“Ahorita evidentemente tenemos condiciones para exigir el cumplimiento del contrato”.
No obstante, el director general de Fonatur aclaró que hay algunos materiales cuyo precio sí puede ser modificado.
“La ley establece que si algún concepto o unos de sus componentes se modifica en más de 7%, tendrá que revisarse. Entonces tendrá que revisarse y estamos tratando de tener esas negociaciones lo más estricto posible”, expresó.
Manifestó que los contratos firmados con las constructoras son muy duros en sus negociaciones para cuidar el dinero público, por lo que si hay opciones de negociación será en el menor de los casos.
Jiménez Pons comentó que la construcción del Tren Maya lleva un atraso de cinco meses, por lo que el decreto del presidente de la República para declararlo como seguridad nacional agilizará su construcción.
“Desde el año pasado fue complicado por el Covid-19 y por las tormentas y huracanes, tenemos un atraso de 5 meses, pero aún así nos debemos recuperar a como dé lugar. Finales de 2023 es nuestra fecha fatal”, dijo el funcionario.
Agregó que la obra que conectará a la Península de Yucatán deberá terminarse en diciembre de 2023, como lo instruyó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
fuente: forbes
