Un buen ponche navideño necesita tejocote, ese pequeño fruto mexicano delicioso que llega cada temporada a nuestras cocinas. Si eres de los que aún no se convence de comerlos al tomar un ponche o no te agrada la idea de verlo en los aguinaldos de las posadas, lee todos sus beneficios y cambiarás de opinión.
El tejocote se cosecha desde agosto, aunque es un fruto muy bn popular en los últimos meses del año. Se te conoce como manzanita, manzanilla o manzana de indias, su nombre proviene del náhuatl texocotl que significa piedra agria o fruto duro de sabor agrio. Además de ser delicioso y aportar un buen sabor a postres y bebidas, está cargado de nutrientes que vale la pena aprovechar.
10 razones para comer tejocote
- Gracias a su alto contenido de hierro ayuda a producir hemoglobina, lo que fomenta una buena circulación sanguínea.
- Es una gran fuente de calcio, por lo que fortalece huesos y dientes.
- El tejocote es rico en vitamina C, la cual ayuda a fortalecer las defensas del organismo previniendo enfermedades respiratorias comunes en la temporada invernal. De hecho, también suele usarse como remedio natural para tratar malestares como tos y congestión nasal.
- Su complejo B mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
- Ayuda a disminuir los niveles de glucosa en la sangre, por lo que es recomendado para diabéticos.
- Tiene un efecto diurético natural que facilita la eliminación de toxinas y combate la retención de líquidos.
- Al ser un buen coagulante natural, el tejocote es bueno para acelerar la cicatrización de heridas.
- Ayuda a neutralizar los efectos de los radicales libres en el cuerpo y protege las células.
- Debido a los compuestos fenólicos presentes tanto en las hojas como el fruto del tejocote, posee una actividad microbiana que inhibe el crecimiento de algunas bacterias y hongos.
- Suele ser un relajante natural, gracias a sus efectos analgésicos es bueno para tratar el insomnio y reducir el estrés.
fuente: forbes
