No está nada cool ir por el mundo sintiéndote Drogon, tal cual el dragón de Daenerys Targaryen en Juego de Tronos y arrojando fuego por doquier. Es de lo más molesto y lo menos saludable que hay (es un problema muy común), ya sea gracias a la alimentación tan fatal que llevas o simplemente, como secuela de la infección por COVID que recién te dio.
Tener acidez y reflujo ocasional es normal, lo que no es normal es que sea frecuente e interfiera con tu vida diaria. Si bien, habrá casos extremos en los que no puedas prescindir del medicamento, es importante y es posible prevenirlo y disminuirlo con ciertas acciones que tendrás que llevar a cabo en tu día a día.
Acidez y reflujo
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido plantea que la “acidez” es una sensación de ardor en el pecho causada por el ácido que se produce en el estómago y cuando esta sensación sube hacia la garganta produce lo que llamamos el “reflujo ácido” (y hasta eructos). En caso de que se vuelva crónico es cuando se le llamará enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE. Una revisión sistemática de El-Serag y colaboradores estima que al menos en los Estados Unidos esta enfermedad tiene una prevalencia del 18 al 28% y una prevalencia del 20% en la región occidental.
Principales síntomas
- Acidez que es una sensación de quemazón en medio del pecho
- Un sabor no placentero ácido en tu boca causado por el estómago ácido
Otros síntomas:
- Tos o hipo constante
- Mal aliento
- Voz ronca
- Distensión abdominal o malestar general
- Todos los síntomas anteriores aparecen o se sienten peor después de comer, al reclinarte o al recostarte.
Causas
- Fumar o beber alcohol
- Ciertos alimentos o bebidas con grasa, irritantes, picante, condimentos, cafeína
- Sobrepeso
- Embarazo
- Estrés o ansiedad
- Hernia hiatal
- Ciertos medicamentos como algunos analgésicos (ibuprofeno)
Consejos para prevenir o reducir los síntomas sin la necesidad de medicamentos
- Evita alimentos como menta, con mucha grasa o fritos, comidas picantes, jitomate, tomate, frutas cítricas, especias, cebolla, ajo, café, té, chocolate o alcohol.
- No te agites o muevas muy rápido después de comer. Evita hacer ejercicio intenso después de ingerir alimento o hacer movimientos que impliquen agacharte.
- No fumes o te expongas al humo del cigarro ya que se reduce la producción de saliva. También recuerda que este fluido alcalino ayuda a neutralizar el ácido del estómago. El tabaquismo promueve la tos y relaja el esfínter que se encuentra entre el esófago y tu estómago.
- Eleva o busca tener cierta inclinación en tu cama de 10 a 20 cm de tal manera que tu cabeza y el pecho queden por encima del nivel de tu estómago o tu cintura.
- Evita las comidas copiosas. En cambio, fracciona tu dieta, come menos volumen y más frecuente.
- Mastica chicle y si tiene bicarbonato mucho mejor porque además de ayudarte a producir saliva, puede este ingrediente neutralizar el ácido.
- Deja por lo menos pasar de 3 a 4 horas entre que comiste y la hora para ir a acostarte.
- Evita las bebidas carbonatadas o con gas ya que te pueden hacer eructar, lo que sube el ácido hacia tu garganta.
- Bajar de peso o conservar un peso saludable, ayudará a disminuir la presión en tu abdomen que hará que el esfínter gastroesofágico se abra y permita la salida de contenido del estómago hacia el esófago.
- No uses ropa ajustada o muy apretada a la altura de tu cintura.
- Trata de encontrar prácticas que te ayuden a lidiar con el estrés y la ansiedad.
- Olvida los snacks a altas horas de la noche.
- Dormir recostado del lado izquierdo ayudará a la digestión y a eliminar el ácido de tu estómago.
- Espera por lo menos 1 hora entre la comida y el tiempo para hacer ejercicio.
- Una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a aliviar los síntomas del reflujo.
