La decisión tomada por la figura estadounidense fue apoyada por otra gran estrella del olimpismo, el nadador Michael Phelps, quien declaró “Cargamos un gran peso sobre nuestros hombros”.

Dos testimonios que dan cuenta de la enorme presión a la cual están expuestos los deportistas de alto rendimiento. “Lo que Simone Biles hizo es gigante. Cuántos atletas no teníamos antes con problemas de ansiedad y depresión y a pesar de eso los hicieron competir”, se cuestiona Minerva Cervantes, psicóloga deportiva especializada en atletas de alto rendimiento y con-fundadora de Liderálity, en entrevista con Forbes Life.

A decir de ella, en la actualidad se habla de salud mental desde el punto de vista de hacer yoga y mindfulness, pero nadie se refiere a ello como trastornos de ansiedad, suicidio o depresión. “Hablamos de las cosas bonitas, pero no de aquellas que son realmente importantes.”

“Cuantas más medallas tienes al regresar, más pesada es la mochila.”

Nadia Comaneci, exgimnasta rumana

Por ello, desde su perspectiva, es necesario abrir el diálogo no sólo en los atletas, sino en toda la sociedad, para que se creen programas robustecidos de psicología. Estos también servirían para potenciar el alto rendimiento de los deportistas.

TRABAJO CONJUNTO

Una figura del deporte –que asiste a un evento como los Juegos Olímpicos– tiene un entrenamiento físico y mental que los hace expertos en enfrentar la presión y la tolerancia a la frustración. Pero la mente de cada persona casi siempre ‘juega en contra’.

“La presión de la competencia es algo que ellos saben hacer, pero obviamente mientras más aumenta el nivel más estrés se genera y siempre habrá presiones desconocidas que no sabes cómo manejar”, asegura Minerva.

“Desde que entro a la sala, estoy yo sola tratando con demonios en mi cabeza (…) Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”.

Simone Biles, gimnasta estadounidense

Esta es la parte que se trabaja con los deportistas de alto rendimiento, desde el punto de vista de la psicología. El propósito es que sepan enfrentar de mejor manera las condiciones adversas de una competencia.

Desde la terapia cognitivo conductual –dice la co-fundadora de Liderálity– importa mucho hacer que los pensamientos, las ideas y lo que estás viviendo sea adaptativo. No se busca la raíz de dónde vienen las ideas, sino de trabajar para generar pensamientos positivos.

El objetivo es encontrar técnicas de relajación y autodiscursos que sean adaptables y constructivos. Así como cambios de pensamientos que estén mejor fundamentales en la realidad y no pensar que son los peores atletas del mundo porque perdieron una competencia.

“Obviamente esto no se trabaja ya que llegan a Juegos Olímpicos. Hacemos algunas pruebas y errores en competencias anteriores, porque cada uno tiene su propia técnica y saben qué le funciona a un atleta en particular”.

“La salud mental y la salud física son importantes y no es diferente para los atletas.”

Katie Ledecky, nadadora estadounidense

En palabras de Minerva Cervantes una vez que los deportistas de alto rendimiento concluyan su participación en un evento tan importante, como los Juegos Olímpicos, es un momento adecuado para trabajar en la parte de un proyecto de vida. Que vaya más allá de esta justa deportiva.

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“Porque es la gran meta que ya se alcanzó y cuando se termina no saben qué más hacer. Ahí puede venir una crisis de identidad fuerte. Entonces, hay que desarrollar metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo”, remarca la experta.

Se trata de visualizar qué pueden hacer más allá del ámbito meramente deportivo. Para ello el trabajo psicológico es de vital importancia en los deportistas de alto rendimiento.