Hablar de queso y no sentir maripositas en el estómago es prácticamente imposible. Y es que este pilar de la gastronomía va bien con casi cualquier cosa: quesadillas, nachos, ensaladas, esquites… ¡pizza! ¿ya se te hizo agua la boca?

Existe uno para todos los gustos, pues hay una gran variedad y de muchas nacionalidades. Pero, por qué es  tan adictivo… ¿sabías que puede llegar a causar la misma adicción que el crack? ¡No estamos exagerando!

Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Estados Unidos explicó que el queso puede ser especialmente adictivo debido a la caseína, ingrediente que se encuentra en todos los lácteos y que al ser digerido libera casomorfinas.

¿¿Caso… qué?? Las casomorfinas son un grupo de proteínas que según explica la nutrióloga Cameron Wells, activan los receptores de dopamina y ésta a su vez, el elemento de la adicción.

¿Será esta la excusa que necesitamos para pedir la porción extra de queso en nuestros nachos?

fuente: moi