Detectar los tumores mediante un simple análisis de sangre, lo que se conoce como biopsia líquida, es la gran esperanza para controlar el cáncer desde fases iniciales e, incluso, identificarlo cuando aún no hay enfermedad. Las generaciones actuales lo verán.
Así lo manifestó en un encuentro con un grupo de periodistas el doctor Rafael López, jefe del servicio de oncología médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y responsable del Grupo de oncología médica del Instituto de Investigación de esa ciudad.
El médico asiste en Chicago a la reunión anual de la Asociación Americana de Oncología Médica, donde se presentó un estudio que evidencia de manera preliminar que un simple análisis de sangre que detecta fragmentos circulantes de ADN por las células puede ser capaz de diagnosticar el cáncer en fase temprana e incluso antes de que se desarrolle.
López explicó que el tumor se origina en una célula y con las actuales técnicas de diagnóstico se detecta cuando ya está en un billón de células, un proceso que puede prolongarse entre 15 y 30 años, explicó el oncólogo.
Pero esas células mueren y desprenden el ADN en el plasma que se puede recuperar mediante técnicas muy sensibles.
Se sabe que los tumores que tienen mayor expresión de ADN en la sangre son los más frecuentes como el de pulmón, mama, colon, próstata o páncreas, además de otros menos comunes como los gliomas.
En el otro lado se sitúan los sarcomas o el cáncer de útero, aunque su detección va a depender mucho de la evolución tecnológica.
En un futuro no muy lejano, auguró López, con un análisis rutinario de sangre se sabrá el riesgo que una persona tiene de desarrollar un cáncer.
Hasta entonces, queda un camino en el que la tecnología deberá desarrollarse para ser más fiable y ofrecer una altísima precisión, señaló.
La urgencia se centra ahora en el cáncer metastásico, que representa 90% de las muertes y “que se debe manejar mejor de lo que lo estamos manejando”.
fuente: informador.mx