Actualmente existen seis millones de casos registrados de vulvodynia en Estados Unidos, y en México no tenemos ni idea de que esto existe. Por lo que Pamela Clynes, quién lleva cinco años padeciendo de esta enfermedad, nos platica su historia y lo que está haciendo para ayudar a más mujeres como ella en nuestro país.
Como su nombre lo dice, vulvo de vulva y dynia de dolor, las mujeres que sufren de dolor crónico vulvar, sin una causa definida, son diagnosticadas con esta enfermedad. Hasta el día de hoy no hay cura, pero sí existen tratamientos que ayudan a minimizar el dolor; como bloqueos nerviosos, pomadas anestésicas, anticonvulsantes, fisioterapia, y en casos muy severos, cirugía. La acupuntura o la medicina alternativa también se recomiendan.
Tristemente, en México, no muchos doctores saben qué es, ni cómo tratarla. A veces es confundida por una infección vaginal, pues los síntomas son muy parecidos, y se piensa que el antibiótico es la solución. Pero eso sólo aumenta el problema, que se den malos diagnósticos y que cada vez haya más mujeres frustradas, sin saber bien qué tienen ni cómo ayudarse.
La misma naturaleza del dolor suele afectar la vida sexual y de pareja. Sí, el sexo puede ser difícil, pero no es imposible. Habrá momentos en los que no se puede tener relaciones sexuales, pero todos sabemos que hay otras maneras de dar y recibir placer. El primer paso es romper el silencio. Se necesita mucha comunicación, establecer un vínculo de confianza y siempre siempre usar lubricante.
Con el respaldo de la sociedad médica del hospital Bité, Pamela creó el primer espacio de difusión en México, destinado a apoyar a más mujeres con vulvodynia. Sigue su historia en Instagram, a través de la cuenta @peacewithpain, donde cada día va subiendo información de cómo vive con el dolor y cómo logra mejorar su calidad de vida. ¡Recuerda que NO estás sola!
fuente: MOI