Con frecuencia escuchamos que las bebidas gaseosas tienen alto contenido calórico. Una Coca-Cola en lata, por ejemplo, contiene el equivalente a siete cucharaditas de azúcar.
Pero ¿es solo el azúcar de estas bebidas lo que está contribuyendo a esos kilos de más o hay otra cosa?
En un estudio reciente de la Universidad de Birzeit, en los territorios palestinos, los investigadores le dieron a un grupo de ratas bebidas gaseosas, bebidas con azúcar pero sin gas y agua del grifo.
Y encontraron que las ratas a las que le dieron bebidas gaseosas ganaron mucho más peso que aquellas a las que les dieron las otras opciones.
Cuando tomaron muestras de sangre se dieron cuenta de que las ratas a las que les dieron bebidas gaseosas tenían un nivel mucho más alto de grelina, la hormona del hambre, y que esto puede explicar por qué ganaron peso.
FUENTE: BBC