La OCDE presentó los resultados de la octava ronda del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2022, que evaluó a casi 700.000 estudiantes de 15 años en 81 países y economías en matemáticas, lectura y ciencias. El estudio reveló una caída sin precedentes en el rendimiento en toda la OCDE, que solo puede atribuirse en parte a la pandemia de COVID-19.
Una caída histórica en el rendimiento
En comparación con 2018, el rendimiento medio cayó 10 puntos en lectura y casi 15 puntos en matemáticas. La fuerte caída en el rendimiento en matemáticas es tres veces mayor que cualquier cambio consecutivo anterior y es particularmente significativa en países como Alemania, Islandia, Países Bajos, Noruega y Polonia, que experimentaron una caída de 25 puntos o más en matemáticas entre 2018 y 2022.
La disminución del rendimiento solo puede atribuirse en parte a la pandemia de COVID-19, ya que la caída de las puntuaciones en lectura, ciencias y matemáticas ya era evidente antes de 2018. El estudio sugiere que otros factores, como la calidad de la enseñanza, el clima escolar, el apoyo familiar y la motivación de los estudiantes, también influyen en el rendimiento.
Un impacto desigual en el bienestar y la equidad
PISA 2022 también recopiló datos sobre el bienestar y la equidad de los estudiantes antes y después de la pandemia de COVID-19. El estudio mostró que la pandemia tuvo un impacto desigual en el bienestar de los estudiantes, según su género, su nivel socioeconómico y su país de residencia.
En general, los estudiantes reportaron niveles más altos de ansiedad, estrés y soledad durante la pandemia, especialmente las niñas, los estudiantes de entornos desfavorecidos y los estudiantes de países con medidas de confinamiento más estrictas. Sin embargo, algunos estudiantes también reportaron aspectos positivos, como pasar más tiempo con sus familias, tener más autonomía y flexibilidad en su aprendizaje y usar más la tecnología.
La pandemia también amplió las brechas de equidad entre los estudiantes, según su acceso a recursos educativos, como computadoras, internet, libros y espacios de estudio. Estos recursos fueron cruciales para facilitar la transición al aprendizaje a distancia, que fue muy variable entre los países y las escuelas. El estudio reveló que los estudiantes de entornos desfavorecidos y los estudiantes de países de ingresos bajos y medios tuvieron menos acceso a estos recursos y recibieron menos apoyo de sus maestros y padres durante el cierre de las escuelas.