En plena vigencia del confinamiento social dispuesto por el gobierno para frenar la segunda ola de coronavirus en Argentina, grupos que se autoproclaman como “libertarios”, negacionistas de la pandemia y críticos de las políticas sanitarias se manifestaron el martes en distintos puntos del país contra las restricciones.
En el Obelisco, emblemático monumento en el centro de Buenos Aires, varios cientos de ciudadanos protestaban con banderas argentinas y carteles con consignas críticas al gobierno como “Basta, respetan la constitución” y “Libertad”. Un manifestante sostenía un muñeco de papel que simulaba ser un fantasma con el rostro del presidente Alberto Fernández y escrito en el pecho “74.000 muertos”.
“Vine por la dictadura sanitaria que estamos viviendo, que es un desastre”, criticó Paulina Cuenca, quien se identificó como activista de Nueva Centro Derecha, una de las organizaciones civiles convocantes a través de redes sociales. “Se vuelve a cometer el mismo error, estamos proponiendo otro confinamiento, otro receso económico, dinero que se pierde… me da mucha bronca, te están quitando las libertades”.
El presidente Fernández decretó nueve días de confinamiento estricto hasta el 31 de mayo en las zonas del país en alerta epidemiológica y con su sistema sanitario al borde del colapso por la segunda ola de coronavirus. Argentina acumula un total de 3,5 millones de contagios y más de 75.000 muertes.
Según los expertos, la explosión de casos y muertes este año obedecen al mayor poder de contagio de las nuevas variantes del coronavirus combinado con relajamiento social y una campaña de vacunación que marcha a cuentagotas (poco más de 10 millones de personas fueron vacunadas sobre una población de 45 millones). Esto obligó al gobierno a decretar medidas de confinamiento similar a las que rigieron el año pasado entre marzo y julio, como prohibición de circulación, cierre de escuelas y suspensión de actividades económicas no esenciales.
“Vine porque el criterio está mal empleado. El criterio debe ser vacunar a la gente, no encerrarla”, afirmó Rubén López, quien se definió como ciudadano independiente. “Esta gente tuvo el tiempo suficiente para hacer las negociaciones que hacían falta para tener las vacunas que hacían falta y no lo lograron… Ahora 9 días, después 12, así hasta que nos terminamos de fundir”.
López también repudió que “se robaron las vacunas”, en referencia al escándalo de las vacunas VIP que estalló cuando salió a la luz que funcionarios y allegados al poder que estaban fuera del orden de vacunación dispuesto por el propio Ministerio de Salud habían recibido las dosis. Hay una causa judicial en marcha.
Si bien en 2020 las medidas sanitarias contaron con amplio respaldo de la población, el escenario cambió por completo hacia fines de año a medida que la crisis económica se fue agravando, lo cual se evidenció en un aumento de la pobreza (42%) y de la desocupación (11%), además de una inflación descontrolada que acumula 17,6% en 2021.
En la residencia presidencial de Olivos, un grupo de manifestantes desplegaron una larga bandera argentina con la leyenda “Libertad” y cantaron el himno. “Queremos libertad, que nos dejen trabajar y que les permitan a nuestros hijos estudiar”, eran el reclamo común entre los asistentes.
En Rosario, provincia de Santa Fe, la policía dispersó a manifestantes anti-cuarentena frente al monumento a la Bandera de esa ciudad. La protesta había sido convocada por la organización Médicos por la Verdad Argentina, según la cual la pandemia es una mentira y forma parte de un complot orquestado por Bill Gates. Sus adherentes no llevaban tapabocas.
Al menos diez personas fueron detenidas.
Otros grandes centros urbanos del país también fueron epicentros de manifestaciones.
Fuente: AP news