Destacó que esto generó la búsqueda se estrategias para hacer alianza con los restauranteros para venderles la carne y derivados directamente.
“Estamos viendo que no sólo pudimos salir de esta crisis, sino que podemos crecer, tenemos que cambiar, replantear nuestra estructura, obtener mejores resultados de nuestros productos y en este momento, dar un giro a la comercialización”.
Y es que el bovino que se engorda en Ezequiel Montes, básicamente el 100 por ciento se está mandando a la CDMX; en el cerdo, casi el 80 por ciento que se produce en el estado, se manda a la CDMX y al Estado de México.
“Necesitamos un rastro con sala procesadora, sería ideal tenerlo en Pedro Escobedo, donde se tendría que hacer una inversión de 100 millones de pesos a 150 millones de pesos, pero con ello le vendríamos a dar el giro a la comercialización, con un valor agregado”.