Cada día la rutina nos lleva a repetir ciertos hábitos en nuestra alimentación que nos mantienen sanos o por el contrario, no tienen un impacto positivo en nuestras vidas. La buena noticia es que hay algunos pequeños cambios que se pueden realizar para generar grandes impactos en nuestra vida y salud:

Hidrátate

• Toma  2  litros de agua al día. Te ayudará a mantener hidratado a tu organismo y regulará la temperatura de tu cuerpo.

Más verduras

• Consume alimentos altos en vitaminas: Incluye en tu alimentación más verduras verdes. Son un excelente aliado en tu dieta, aportan vitamina B12 y hierro, mismos que previenen enfermedades.

Menos azúcares, mejor alimentación

• Evita consumir azúcares refinados: Pan dulce, refrescos, jugos enlatados y galletas son algunos de los alimentos que puedes evitar a toda costa, para sustituirlos una gran opción son cereales como trigo y maíz, también frutas.

Ácidos grasos

• Aumenta el consumo de Omega 3 y 6: Son ácidos grasos ideales para mantener el equilibrio perfecto en tus comidas. Los puedes encontrar en alimentos como salmón, nueces, frutos secos, almendras y diversos tipos de pescados.

Adiós a las cosas fritas

• Evita cosas fritas: Tu corazón se mantendrá saludable si evitas consumir alimentos con exceso de aceite. Para ello, puedes recurrir a diversos electrodomésticos, como una freidora de aire, que aportarán mucho sabor a tus comidas.

En conclusión, no necesitas sacrificarte para llevar una dieta balanceada, procura encontrar el equilibrio en tu alimentación.

fuente: forbes