Tu casa, si hablase, estaría pidiendo a gritos un spring cleaning, anglicismo que es una adaptación de lo que hacemos con nuestro armario, es decir, cambiar de estación, o lo que viene a ser, sacudirse el invierno de encima. Pero es que además esta acción tiene varios beneficios para quien la realiza. Así que te presentamos una guía rápida de todo lo que necesitas para realizarla con éxito.
La ropa de cama:
No solo se trata de quitar el nórdico, sino de girar el colchón (si es nuevo tal vez tenga una parte para verano y otra para invierno) lavar almohadas y aspirar paredes. La primavera es momento para mejorar nuestras horas de descanso, es lo que se llama higiene del sueño. Algo sencillo es recurrir a la ropa de cama de algodón o lino (esta segunda no necesita planchado, la arruga es bella), lavarla a 60-90 grados, con detergentes ecológicos para acabar con los ácaros y disfrutar de aromas naturales. Es simple, no respirar polvo es bueno para ti, y en las sábanas también se acumula.
Textiles estivales:
Que sí, que los tonos tierra nos encantan, pero también algo más vitamínico, explosivo y vacacional. Flores, evidentemente, pero también guiños ye yé como los de Güell Lamadrid por Quintana Partners o las telas Midanao, la colección isnpirada en el arte indígena de Filipinas de Pepe Peñalver. Todo de buena estampa (estival).
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