‘El escuadrón suicida’ es una película brutal. En cualquier sentido y dimensión que la palabra lo exprese, la película del reconocido director James Gunn, llega a escribir un salvaje y descomunal nuevo capítulo dentro del Universo Cinematográfico de DC.

Gunn reescribe con desbordada ironía la nueva aventura de este grupo de antihéroes extraídos de los cómics de DC. La versión de David Ayer quedará así como el testigo de la comparación ¿Mejor? ¿Peor? Sobrarán opiniones. Lo cierto es que entre ambas, una cuesta más trabajo digerir.

Muchos saldrán del cine, se tomarán su tiempo y verán llegar esa pregunta… ¿Qué acabo de ver? Habrá que tomar una posición: o aplaudimos lo que no comprendemos o señalamos que ‘El escuadrón suicida’ de James Gunn, es buena por sus imperfecciones arriesgadas.

Lo cierto es que Gunn tiene una imaginación imparable. Tal vez eso fue el error en algunos aspectos de la cinta. Alguien debió cuestionarle ¿En qué estás pensando? No obstante, la cinta encuentra en los placeres simples de la comedia negra su salvación, en la brutalidad su fascinación y en la imaginación su comodín.

Pocas cintas de superhéroes son redondas de alguna manera. Tomen nota. Lo que James ofrece es una vara alta que DC tendrá que replicar o volverá a estancarse como sus anteriores proyectos que no terminan de convencer.

Bizzarra, divertida, irreverente y muy, muy, pero muy sangrienta, así es ‘El escuadrón suicida’, la cinta que llegó a algunos cines y plataformas digitales este 5 de agosto, como un regalo de cumpleaños para el director James Gunn, aunque su fecha oficial es el 6 del mismo mes.

A contrapunto, encontraremos escenas memorables, poéticas y cargadas de sentimentalismo, una vía para darle un vuelco a los personajes y transportarlos a un nuevo escenario, al de la empatía, por que también son “humanos” – en la mayoría de los casos-, imperfectos.

Más es más

¿Por qué poner limites? Gunn tuvo lo que pocos: libertad creativa. No lo iba a dejar pasar, sabía que podría ser un intento fallido pero, por qué no apostar a lo magnifico. Igual podemos ver a un Kaiju de dimensiones descomunales, criticas a la misma sociedad norteamericana, imágenes y concepciones de dictadores donde queda entre dicho quién es verdaderamente el enemigo y todo, parece funcionar.

Y qué decir de su reparto. Poco importó quién fuera quién, Fueron piezas suicidas dentro de la historia. Sacrificios para una trama que a unos solo minutos pedía más. Una cosa es clara, no siempre los más fuertes sobreviven, hace falta un instinto de locura para tener algo a su favor.

Harley Quinn, la locura se reinventa

Uno de los aciertos de ‘El escuadrón suicida’ es sin duda la reivindicación de Quinn, la antihéroe interpretada por Margot Robbie. El personaje trae un sin fin de matices que se aplauden desde muchas perspectivas, desde el lado más despiadado e inverosímil hasta su lado feminista en el que ya no se dejará de ningún hombre después de su ruptura con el Joker. 

Pareciera que destacar entre un reparto tan grande fuera casi imposible, pero Gunn tenía entre sus planes darle un digno trato a este personaje. Con momentos estelares, Quinn de la mano de Robbie, se lleva la cinta. 

Es la héroe, la villana y la salvadora. Harley Quinn es única, espectacular y no hay nada más que se quiera seguir viéndola en la pantalla grande con esta personalidad ¡Está imparable! Ni un Juan Diego Botto, pese a sus intentos de seducirla, logra sacarla de su objetivo. 

Comparaciones surgirán al por mayor. Lo cierto es que ‘El escuadrón suicida’ de James Gunn es un todo. Se disfruta, se digiere a su paso de cada espectador, pero sobre todo, abre un nuevo panorama no solo para las películas venideras de DC, sino para el mundo de las series. 

info:forbes