La comunidad de Cataluña obtuvo la aprobación judicial para un toque de queda nocturno el jueves; mientras Madrid se comprometió a distribuir millones de kits de prueba más para enfrentar la variante ómicron que está aumentando los contagios por coronavirus y ensombreciendo la Navidad.
España levantó la mayoría de las restricciones durante el verano boreal gracias a una alta tasa de vacunación que sofocó la enfermedad, pero la llegada de ómicron ha hecho que los casos diarios se disparen hasta alcanzar un récord de más de 72,900 el jueves.
La concentración de coronavirus detectada en las aguas residuales alcanzó el nivel más alto desde que comenzó un programa de monitoreo en junio de 2020, dijo el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Al adoptar la línea más dura desde que España salió de un estado de emergencia en mayo, Cataluña, cuya capital es Barcelona, prohibirá a los residentes salir de sus hogares entre la 01:00 AM y las 06:00 AM partir del jueves por la noche, mientras que otras regiones adoptaron un enfoque menos estricto.
Murcia ordenó a los negocios no esenciales que cerraran a la 01:00 AM, lo que redujo drásticamente las fiestas en un país donde los bares y restaurantes permanecen abiertos hasta la madrugada.
La idea es tratar de limitar, durante la temporada navideña, las interacciones sociales donde no se usa la mascarilla, dijo el líder regional Fernando López Miras, al explicar la medida, que también estaba considerando el norte de Aragón.
La administración de López Miras también prohibió el baile en los clubes nocturnos y limitó el tamaño de las cenas a 10 personas en el interior de los recintos y 12 en las terrazas.
La comunidad de Madrid, cuyo líder regional de derecha ha priorizado el sector de la hostelería durante la pandemia, se centró en mejores pruebas y se comprometió a distribuir 12 millones de test rápidos durante la Navidad.
Una reunión de jefes regionales convocada el miércoles por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, no logró producir ningún acuerdo amplio sobre medidas más allá del mandato de usar mascarillas al aire libre, lo que obtuvo una recepción mixta por parte de los españoles.
La tasa de infección medida durante 14 días alcanzó 911.31 por cada 100,000 personas, superando el máximo de finales de enero de 900, aunque los hospitales se encuentran en alrededor de una cuarta parte del nivel observado entonces.
fuente: forbes
