Miles de personas protestaron el domingo en ciudades de Francia en contra de una dura ley de inmigración

Decenas de miles de personas protestaron el domingo en ciudades de Francia en contra de una dura ley de inmigración, que según ellos refleja la ideología de la ultraderecha y va en contra de los valores franceses.

El Ministerio del Interior informó que 75.000 personas participaron en las marchas a nivel nacional, mientras que en París se contabilizaron 16.000 manifestantes.

El sindicato de extrema izquierda CGT estimó que el número de manifestantes a nivel nacional fue de 150.000.

Estas protestas se realizaron cuatro días antes de que el Consejo Constitucional

Estas protestas se realizaron cuatro días antes de que el Consejo Constitucional decida si todos los artículos de la ley aprobada en diciembre se ajustan a la Constitución francesa.

La ley fortalece la capacidad de Francia para deportar a extranjeros considerados indeseables y dificulta que los extranjeros aprovechen prestaciones sociales, entre otras medidas.

La protesta fue convocada por 200 personas de diversos sectores, incluyendo las artes y sindicatos. Los firmantes de la convocatoria a la marcha señalaron que la ley “fue redactada bajo el dictado de los mercaderes del odio que sueñan con imponerle a Francia su proyecto de preferencia nacional”.

Esta preferencia nacional, que sostiene que los franceses, y no los extranjeros, deberían beneficiarse de las riquezas del país, ha sido durante mucho tiempo el lema del partido de ultraderecha, Agrupación Nacional.

El presidente Emmanuel Macron ha expresado que algunos artículos parecen ser inconstitucionales

A pesar de haber respaldado la ley en su camino por el Parlamento, el presidente Emmanuel Macron ha expresado que algunos artículos parecen ser inconstitucionales.

El periódico Le Monde citó a un funcionario anónimo del Ministerio del Interior que afirmó que “una docena” de artículos podrían ser anulados por el Consejo Constitucional.

Algunas de las medidas de la ley dificultan que cualquier persona que resida en Francia pueda traer a sus familiares al país, por ejemplo, un solicitante que quiera reunirse con su cónyuge deberá demostrar que conoce el idioma francés.

También se espera que la ley establezca normas más estrictas para acceder a servicios sociales y vivienda, o que se restablezca una ley derogada en 2012 que hace ilegal que un extranjero esté en Francia sin documentos de residencia.