El jefe interino de Defensa de Filipinas presentó su renuncia, informaron las autoridades el lunes. Se trata del más reciente de los cambios de alto nivel registrados en materia de seguridad y el cual ha generado especulaciones sobre la reanudación de la agitación militar.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. aceptó “con profundo pesar” la renuncia del ministro interino de Defensa Jose Faustino Jr. y ofreció el cargo a Carlito Galvez Jr., otro general retirado que ha estado involucrado en el diálogo de paz con grupos insurgentes, dijo la vocera presidencial Cheloy Garafil.
Galvez aceptó la oferta, indicó Garafil sin ofrecer más detalles, incluyendo el motivo de la renuncia de Faustino, un exjefe del Estado Mayor militar.
El sábado, Marcos acortó el mandato del jefe del Estado Mayor militar, el teniente general Bartolome Bacarro, a quien había designado hace apenas cinco meses, y lo reemplazó con un general retirado sin explicar la medida inesperada.
Faustino es partidario de Bacarro y fue su compañero en la Academia Militar Filipina. Bacarro recibió el máximo galardón militar por su valentía en combate siendo un joven oficial del ejército y se suponía que su mandato de tres años terminaría en agosto de 2025.
El nombramiento de jefes militares es un tema delicado. El ejército filipino cuenta con un historial intentos de golpe fallidos y escándalos de corrupción, y ha enfrentado acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Durante años se ha intentado inculcar profesionalismo en las fuerzas militares y aislarlas de la política tradicionalmente caótica y corrupta del país.
El teniente general Andres Centino, jefe del Estado Mayor militar a quien Bacarro reemplazó en agosto del año pasado, fue reincorporado por Marcos en el máximo cargo de las fuerzas armadas de 144.000 elementos. Centino, que se jubilaría el próximo mes, fue elegido entre una docena de generales de alto rango y cumplirá un nuevo mandato de tres años.
