El retorno de personas sirias vinculadas a ISIS desde el campamento de al-Hol en el noreste de Siria marca un hito en los esfuerzos de repatriación. Después de años de vivir en condiciones precarias en el campamento, decenas de mujeres y niños regresan a sus hogares en la provincia de Deir el-Zour, gracias a la mediación de líderes tribales.
El campamento de al-Hol, que en su punto máximo llegó a albergar a 73.000 personas, ha sido objeto de crecientes esfuerzos de repatriación en los últimos meses. En esta ocasión, 254 personas de 69 familias se trasladaron en camiones bajo la protección de las fuerzas policiales locales respaldadas por Estados Unidos.
Para muchos, este retorno significa un nuevo comienzo después de años de dificultades. Anwar al-Hussein, quien vivió en el campamento durante más de seis años, expresó su alivio al regresar a casa junto a su hijo. Con la esperanza de una vida normal para su hijo después de años sin acceso a la educación, este regreso representa una oportunidad para reconstruir sus vidas.
El acuerdo para el retorno fue posible gracias a negociaciones entre líderes tribales de Deir el-Zour y las autoridades kurdas en el noreste de Siria. La directora del campamento, Jihan Hanan, señaló que no tienen intención de retener a los residentes del noreste de Siria en al-Hol, lo que refleja una tendencia hacia la reducción de la población del campamento.
Aunque este retorno es un paso positivo para muchos, aún queda trabajo por hacer. Con una población actual de alrededor de 42.700 personas en al-Hol, incluidos más de 18.000 iraquíes y más de 16.600 de origen sirio, se necesitan más esfuerzos de repatriación y apoyo para garantizar una transición segura y exitosa para aquellos que regresan a sus hogares.
