Muchas veces las etiquetas de los alimentos y productos cotidianos que compramos son como las letras chiquitas de los contratos o de las pólizas de seguros, no les entendemos ni nos suenan familiares. Analizar los ingredientes de tus alimentos es una acción súper importante a la hora de hacer compras.
El primer paso es tener claro el tipo de alimentos que quieres consumir:
Sucralosa y Aspartame: Está hecha con azúcar tratada con cloro y 2% de metanol y arsénico. Existen estudios que prueban que a largo plazo los edulcorantes artificiales aumentan el apetito, por lo que contribuyen al aumento de peso. Los encuentras en chicles, refrescos y en polvo para endulzar.
Antojos: Idealmente tienes que comer cinco veces al día, esto significa que no puedes olvidar tu snack en la mañana y en la tarde. Planifica tu dieta para combatir los antojos por impulso, es lo que te hace acabar comiendo dulces y cosas que no deberías. Llena tu alacena de verduras, frutas, semillas o frutos secos, así tus antojos son saludables y no engordan tanto.
Sazonadores: La mayoría contiene glutamato monosódico,un potenciador de sabor que está relacionado con problemas reproductivos y de alergias. Lo peor es que es muy adictivo, causa ansiedad y ganas de comer más y más. Te recomendamos sustituir esto por hierbas aromáticas como el laurel, el orégano, el clavo o la albahaca.
Alimentos procesados: Evita los alimentos que tengan la leyenda “listo para servir” o “listo para el microondas”. Estos alimentos son altamente procesados y están llenos de ingredientes obesogénicos que el cuerpo no logra digerir de manera correcta. Además, te llenan de toxinas que no necesitas.
Aceites vegetales: Una desintoxicación implica más que checar qué estás consumiendo, también es importante pensar con qué ingredientes cocinas. Evita consumir aceites vegetales como el de girasol, soya y oliva. El de soya es saludable, siempre y cuando se consuma frío. Te recomendamos cocinar con aceite de coco orgánico.
Sal: Este ingrediente es malo cuando se consume en cantidades grandes. Mejor, opta por sal de mar o sal rosa del Himalaya, no tienen un nivel de sodio tan alto y son más saludables.
fuente: moi