Con la primavera llega la brisa, el sol y… el polen. La primavera se convierte en el principal promotor de los consultorios de los oftalmólogos y los otorrinolaringólogos. Como precisión cronométrica, a finales de marzo comienzan a llegar niños y adolescentes con los síntomas clásicos de las conjuntivitis alérgicas: ojo rojo, irritación, lagrimeo, cansancio, y comezón, mucha comezón.
Qué es la conjuntivitis
Si tú, que lees ésto, eres padre de un adolescente con estos síntomas, por favor, presta mucha atención a lo que dicen tus hijos. Bajo ninguna circunstancia permitas que se froten los ojos con las manos. Cuando se los frotan, se los frotan con ambos puños y con intensidad, hundiendo el globo ocular en la órbita. Tallarse los ojos les provoca bienestar; momentáneamente les dejan de picar, pero luego regresa la comezón con mayor intensidad. Esta semana vi a un paciente de 19 años con un queratocono avanzado en el ojo derecho y una visión del 15% y una visión del 80% en el ojo izquierdo. Con el único antecedente de tener una conjuntivitis alérgica y frotarse los ojos con intensidad desde hace cuatro años. ¡Cuatro años! Le adapté un lente de contacto y estamos viendo opciones para que no tengamos que llegar a un trasplante de córnea en un paciente tan joven.
El 75% de los pacientes con queratocono, además del antecedente familiar de la enfermedad son conocidos por tallarse los ojos o como lo indica el término sajón “Eye Rubbers”.
Si tu hijo tiene síntomas de conjuntivitis en esta época es seguro que está relacionada con la polinización. Por eso se le conoce como conjuntivitis primaveral. No se le va a quitar solita. Es una reacción en la que el sistema inmunológico libera sustancias activas como histamina, interleucinas y bradicininas, que fomentan la inflamación, el ojo rojo y todos los síntomas de la enfermedad. La conjuntiva, que es lo blanco del ojo, una membrana transparente pero ricamente vascularizada con miles de minúsculos capilares sufre, se dilata y hace que el ojo se ponga rojo. Si en condiciones normales es lisa como una seda, en casos de alergia se pone rugosa, con cientos de estructuras llamadas folículos que la hacen rasposa, como una lija. Imagina pasar una lija sobre un cristal en lugar de una franela. El resultado: caos en los ojos con todos los síntomas y el impulso nefasto de frotarlos y hundirlos hasta casi tocar el cerebro.
Pero no todo está perdido, las conjuntivitis, aunque son periódicas, responden, en su mayoría muy bien al tratamiento. Gotas anti-alérgicas, gotas anti-inflamatorias y lubricantes; en casos severos pastillas también, pero es muy raro. En la enfermedad juega un papel importante la luz ultravioleta que, en jóvenes susceptibles, favorece mayor inflamación en los ojos.
Te doy cuatro recomendaciones, que te ayudarán a encontrar rápida mejoría si tienes, o tus hijos tienen, una conjuntivitis alérgica.
- Usa fomentos con agua fría 5 minutos dos veces al día.
- Acude a tu oftalmólogo de inmediato.
- Bajo ninguna circunstancia los frotes.
- Usa lentes con protección de rayos UV.
Los ojos nos avisan cuando hay señales de alarma, para ser atendidos, escúchalos, atiéndelos y cuídalos, para disfrutar durante más tiempo el glorioso espectáculo que es la vida.
fuente: moi