El Barça salió escaldado de un sorteo de grupos de la Champions que pondrá a prueba el nuevo proyecto de Xavi, las palancas económicas y los goles de Lewandowski más pronto de lo que se pensaba. Las manos inocentes de Yayá Touré y Altintop dibujaron un grupo de la muerte tremendo para los culés con Bayern e Inter como convidados de piedra. Mucha más suerte tuvo el Madrid, que de entrada ni siquiera tendrá un coco entre sus rivales.
El cuadro de Ancelotti quedó encuadrado con el equipo más cómodo del bombo 2, a priori, el RB Leipzig. El conjunto alemán es ofensivo y tiene a un jugador determinante en ataque como Nkunku, además de Dani Olmo, pero defensivamente sufre y afronta sus partidos de manera muy abierta. Aun así, en los últimos años ya alcanzó unas semifinales y ha puesto en aprietos recientemente en la fase de grupos a equipos como el City o al PSG.
Más conocido es para el Madrid el Shakhtar, contra el que ya se enfrentó el pasado curso y que tiene un equipo incluso más mermado después de vender a sus brasileños a causa de la guerra de Ucrania. Sus partidos como local, de hecho, los disputará en Varsovia. Mayor será el ambiente y el colorido en Celtic Park, el estadio del cuadro escocés que cerrará el grupo blanco. Es un histórico y el partido estará rodeado de mística, pero el Madrid no debería tener problemas.
El pelotazo de la Champions fue el duelo entre Barça y Bayern, una vez más. Los catalanes se han medido al cuadro bávaro en multitud de ocasiones recientemente, con el 2-8 de hace unas temporadas en el recuerdo. Esta vez las cosas pintan distinto, más aún con la llegada de Lewandowski al Camp Nou precisamente del Bayern. El duelo es de campanillas. Los alemanes, incluso sin su delantero goleador todos estos años, son un equipo vertiginoso con Nagelsmann en el banquillo. La llegada de De Ligt a la defensa y de Mané al ataque les mantiene en la máxima élite. Para más inri, el Barça también tendrá la presencia del Inter en su grupo. No es el mejor Inter de los últimos años, pero ha recuperado a Lukaku y mantiene a Lautaro Martínez como amenazas suficientes como para poner en aprietos a cualquiera. Ni el modesto Viktoria Plzen en el grupo alivia los males de los culés.
El Atlético sí respiró cuando vio que será el Oporto su contrincante del bombo 1. Aunque es un equipo correoso, la experiencia del pasado curso alcanzando la clasificación tras ganar en la última jornada en O Dragao debe servir para afrontar el duelo con confianza. El Leverkusen tampoco inquieta demasiado, aunque ya le puso en serios aprietos hace unos años en una eliminatoria que se decidió por penaltis. Por último, el Brujas cierra una terna de rivales accesible para los de Simeone.
Peor suerte tuvo el Sevilla, que deberá verse las caras con el todopoderoso Manchester City de Pep Guardiola. Será un buen enfrentamiento entre el técnico catalán y Lopetegui. Además, servirá para que Jesús Navas regrese a Manchester y para volver a ver a Haaland en el Pizjuán, estadio que ya conquistó cuando militaba en el Dortmund. Precisamente los alemanes serán otro de los equipos del grupo del Sevilla, lo que le da una dureza aún mayor. Eso sí, el Copenhague lo alivia un poco a pesar de haber eliminado al Trabzonspor en la previa.
Después de la fase de grupos, el sorteo de los octavos se celebrará el 7 de noviembre en Nyon. Los equipos españoles quieren estar en pleno en él, aunque para ello deben solventar antes una liguilla de apenas dos meses que ya conoce su camino. La meta está situada en la gran final del 10 de junio en el Ataturk Stadium de la capital turca. La suerte está echada.
Info:As.com
