El matrimonio de Claudia (Alexander) y Antonio (Bernal) ha caído en la rutina sin darse cuenta. Sin embargo, un hechizo hará que sus cuerpos se intercambien, dándoles la oportunidad de descubrir qué es lo que cada uno experimenta y lo mucho que tienen que valorar.
No es la primera vez que una película toca el tema del extraño fenómeno en el que una persona toma el cuerpo de otra y vive en él jornadas de incertidumbre, las cuales también implican chuscos momentos al llevar el día a día. Esto ocurre en Si yo fuera tú, el primer largo de ficción de Alejandro Lubezki, quien trabajó con Sophie Alexander y Juan Manuel Bernal para dotar de vida a Claudia y Antonio, respectivamente, aunque a su vez también se meten, literal, en el papel del otro.
Sin caer en pastelazos, esta comedia logra entretenerte al ver cómo Claudia sufre al ser Antonio por dentro y viceversa, pues las sutilezas como el vestido, la forma de ir al baño y hasta lo que se come en el desayuno o las profesiones de cada uno aquí se vuelven un problema por resolver, pues cada uno debe mantener las apariencias mientras el fenómeno de cambio de cuerpos dure.
Así que el entretenimiento se garantiza en Si yo fuera tú, producción que además te da el regalo de disfrutar del trabajo de Isela Vega, y la participación especial de grandes actores como Daniel Giménez Cacho, Rosa María Bianchi, Muni Lubezki y Anabel Ferreira, ésta última en una enorme participación que llena con todo su carisma.
Sin más pretensiones que divertir al público, esta película no ofrece algún tipo de sorpresa ni pone sobre la mesa los problemas socioeconómicos de México. En Si yo fuera tú la búsqueda es pasar un buen rato y, de paso, ofrecerte un mensaje de valorar a las personas que tienes al lado. Sólo eso.
La premisa puede o no ser creíble, pues real no es, pero finalmente se trata de dejarse llevar por la anécdota de los personajes y, si nos ponemos serios, ver de reojo las vicisitudes a las que se enfrentan de pronto los hombres y mujeres utilizando la comedia como pretexto perfecto. Ana Lucía Altamirano
FUENTE: EMPIRE