Sin hacer ruido, la pequeña Maile Pearl hizo historia el jueves en el Senado.
La abrigada bebé de 10 días, que llegó a la cámara del Senado con su madre, la senadora Tammy Duckworth, se convirtió en la primera recién nacida en estar en ese recinto, solo un día después de que el Senado aprobó una nueva regulación que permite bebés dentro de la cámara.
“Ya era tiempo”, dijo la senadora demócrata por Illinois, también veterana de la guerra de Iraq, mientras se dirigía a votar.
La regulación fue aprobada sin objeción, pero muchos habían refunfuñado que los bebés podrían alterar el preciado decoro de la cámara alta. Pero cuando ocurrió lo pensado, incluso en líder de la bancada mayoritaria del Senado, el republicano Mitch McConnell, pareció radiante. De hecho, él dejó una votación abierta para que Duckworth tuviera tiempo de llegar a votar.
“Muchísimas gracias”, le dijo Duckworth al senador por Kentucky. La senadora, cuyas piernas fueron amputadas y usa una silla de ruedas, llegó con Maile en su regazo, estuvo en el recinto por menos de tres minutos y luego se fue con su bebé.
Al igual que los recién nacidos, el Senado puede ser impredecible. La primera señal de que la bebé iría al Senado el jueves ocurrió cuando Duckworth tuiteó que ella podría participar en la votación por la nominación del congresista James Bridenstine para dirigir la NASA.
“Quizás tenga que votar hoy día. Las ropas de Maile están listas”, tuiteó, con una foto de las prendas de la nena. “Me aseguré de que ella tenga un saco para que no viole el código de vestimenta de la cámara del Senado”.
La idea era que Duckworth votara solo en caso de que la votación estuviera empatada y se necesitara un voto de desempate. El vicepresidente Mike Pence llegó por la misma razón. Al final, no se necesitó un voto de desempate y Bridenstine fue confirmado.
fuente: el informador