Si se pudiera diagnosticar con antelación el COVID-19, o detectar a aquellas personas asintomáticas, se podría contener la rápida propagación mundial que ha tenido esta pandemia. Por ello, muchas personas se han preguntado si los smartwatches, que miden la frecuencia cardiaca, podrían ayudar a identificar problemas que fueran indicadores de un potencial contagio.

La idea no está del todo alejada de la realidad. Desde hace años se han llevado a cabo  estudios (por organizaciones como la Universidad de Stanford y el Scripps Research Translational Institute, en Estados Unidos) que buscan utilizar los datos recogidos por estos wearables para determinar virus de transmisión como la gripe.

Es decir que, a pesar de que sí se están realizando investigaciones en este sentido, hasta ahora no es posible identificar el virus de esta forma.

El Dr. Vijay Jotwani, Ortopedista y especialista en Medicina del Deporte del Hospital Houston Methodist, afirmó que los smartwatches o las fitbits no son dispositivos que puedan detectar el virus, ya que el diagnóstico de infección por COVID-19 sólo se puede realizar a través de una prueba de laboratorio, o confirmado por un médico.

En lo que sí podrían ayudar estos wearables es en poder revelar una fiebre, posible síntoma de una infección respiratoria; cuando eso ocurre la frecuencia cardiaca de las personas tiende a aumentar. Si pasa eso, y además, existen otros síntomas de COVID-19, podría ser una señal de alerta. Aunque de ninguna forma es una prueba confirmatoria de estar contagiado, advirtió Jotwani.

A pesar de ello, diversas instituciones sí se encuentran trabajando en desarrollar estudios de esta naturaleza, en donde los smartwatches y fitbits pudieran ayudar a reconocer una infección en el futuro cercano, puesto que algunos especialistas han advertido que con la llegada del invierno al hemisferio norte, podría haber una segunda ola de contagios por COVID-19.

fuente: forbes