En los caucus de Iowa celebrados el pasado lunes, Donald Trump obtuvo un triunfo contundente, superando por un amplio margen a sus perseguidores más cercanos. Este resultado es de gran importancia, ya que refuerza el triunfo del expresidente en la lucha por la nominación presidencial del Partido Republicano rumbo a las elecciones de 2024.
Actualmente, se desconoce quién ocuparía el segundo lugar: el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley. Los votantes desafiaron un frío histórico y peligrosas condiciones en las carreteras para participar en las asambleas, celebradas en escuelas, iglesias y centros comunitarios de todo el estado.
Estos resultados son solo el comienzo de varios meses de esfuerzo por parte de Trump para asegurarse una tercera nominación consecutiva por el Partido Republicano. Sin embargo, éstos parecen enviar un mensaje inequívoco al partido de que la nominación es suya, y materializa los obstáculos que enfrentan los demás aspirantes republicanos.
Mientras se dirigía a cientos de simpatizantes en el Centro de Eventos Horizon en Clive, Iowa, Trump ya estaba pensando en la elección general y un enfrentamiento con el presidente Joe Biden.
El equipo de Biden, en tanto, anunció que él y el Comité Nacional Demócrata recaudaron más de 97 millones de dólares en el último trimestre de 2023 y finalizaron el año con 117 millones en el banco, una muestra de cómo el mandatario se prepara para un posible segundo enfrentamiento mientras Trump compite en las primarias.
