En las guerras comerciales, se dispara con aranceles y se bombardea con cuotas de importaciones.
Son tan antiguas como el propio comercio internacional, pero las guerras comerciales siguen siendo un asunto de poderosas repercusiones en la actualidad.
Más con la firma este jueves por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del aumento de los aranceles a las importaciones de acero en un 25% y de un 10% en el aluminio.
El mandatario aseguró que se trataba de una medida que obedecía a razones de seguridad nacional y que la industria asociada a esos metales había sufrido durante los gobiernos anteriores por las “injustas” políticas de importación existentes.
“No tomamos estas acciones por elección, sino por necesidad”, dijo ante miembros de su gabinete y trabajadores de la industria metalúrgica estadounidense.
Aunque la Casa Blanca adelantó que Canadá y México quedarán exentos de losaranceles y que otros países están invitados a negociarlo, la posibilidad de que la medida dispare una guerra comercial ha alertado a muchos especialistas.
Sin ir más lejos, la Unión Europea, segunda exportadora del acero que se consume en Estados Unidos, anunció que estaba dispuesta a imponer medidas similares sobre las motocicletas Harley-Davidson, el bourbon, la mantequilla de maní y los pantalones Levi’s.
Pero ¿qué es una guerra comercial, cuáles son sus formas de acción y cuáles sus consecuencias?
¿Qué es una guerra comercial?
Barry Eichengreen, profesor de Economía y Ciencias Políticas de la Universidad de California explica que una guerra comercial comienza cuando un país toma acciones para restringir la entrada de uno o varios productos de importación de otra nación o de un grupo de naciones determinado.
Puede ir, afirma, desde subir los aranceles hasta la prohibición de toda la importación de un producto.
“Como consecuencia, las naciones afectadas adoptan regulaciones similares en represalia que, posiblemente, provoquen nuevas medidas por parte del primer país”, señala a BBC Mundo.
Sin embargo, Simon Lester, investigador del Center for Trade Policy Studies, un centro de estudios de comercio internacional con sede en Washington, considera que el de “guerra comercial” resulta un “término muy problemático”, que puede significar muchas cosas a la vez.
De acuerdo con el especialista, se trata, en realidad, de un amplio rango de conflictos comerciales, que pueden ir desde una simple limitación para la importación de un producto hasta una disputa política por una razón económica entre dos o más naciones.
“Yo particularmente, trato de evitarlo porque cubre un amplio rango de disputas”, sostiene en diálogo con BBC Mundo.
¿Cómo se “combate” en una guerra comercial?
Raj Bhala, profesor de la Universidad de Kansas (Estados Unidos) especializado en la legislación del comercio internacional, explica que las formas en que actúan los países implicados en estas disputas dependen del alcance de las medidas que generaron el conflicto.
“En fechas recientes hemos oído hablar de productos como el acero y el aluminio, pero hay que tener en cuenta que los sectores afectados pueden ir desde bienes hasta servicios o incluso propiedad intelectual”, comenta a BBC Mundo.
Lester, por su parte, señala que este tipo de disputa suele tener varias fases y puede llevar a una “escalada de tensiones”.
“Es una especie de acción-reacción-acción-reacción entre los países”, agrega.
“En 1930, por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos subió los aranceles a determinados productos y muchos países respondieron subiendo los impuestos también. Fue en los inicios de la Gran Depresión y probablemente la hizo mucho peor”, considera.
Bill Reinsch, quien fuera presidente del Consejo Nacional de Comercio Exterior de Estados Unidos, asegura a BBC Mundo que la forma en la que actúan las naciones durante una disputa de este tipo se basa en “ataques comerciales” de “acciones compensatorias”.
“Es una especie de ojo por ojo y diente por diente: yo te voy a hacer lo equivalente a lo que tú me hiciste a mí y si tú me haces más, yo haré lo posible por hacerte miserable y hacerte más de lo que tú me hiciste a mí”, comenta el también experto del Center for Strategic and International Studies, un centro de estudios globales con sede en Washington.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos considera que la decisión obedece a que su país sufre de un “comercio injusto” sus competidores y que las nuevas medidas garantizarán una mayor paridad en los intercambios comerciales y reducirá los déficits.
“Nuestras industrias de acero y aluminio (y muchas otras) han sido diezmadas durante décadas por el comercio injusto y la mala política con los países del mundo. No podemos permitir que se sigan aprovechando de nuestra nación o nuestras empresas. ¡Queremos un comercio libre, justo e INTELIGENTE!”, escribió en Twitter.
¿Cuáles son las principales “armas” que se utilizan en estas guerras?
“Básicamente, hay dos: la principal son los aranceles, que son impuestos a las importaciones, y las cuotas de importaciones, que son límites a la cantidad de determinados productos que se puede importar”, señala el experto del Center for Trade Policy Studies.
Añade que, en dependencia de las regulaciones, son posibles también restructuraciones en las políticas de gobierno respecto al país que impuso las medidas.
“Lo otro es que, como pasó durante la crisis de 1930, puede comenzar con un producto y luego extenderse a muchos otros como respuesta y agravar o conducir a una crisis económica”, sostiene.
Reinsch, por su parte, señala que menos común, es utilizar un sistema regulatorio o medidas proteccionistas, que, en su opinión, buscan enmascarar las represalias.
“Un ejemplo: cuando la Unión Europea prohibió la importación de pollo clorado porque no consideran que cumplía los estándares sanitarios de la comunidad para muchos, fue visto como una manera de controlar la entrada del pollo estadounidense, que era muy competitivo en ese mercado”, señala.
¿Cuáles son sus consecuencias y quiénes son los principales afectados?
“El resultado más directo es el aumento de los precios: los consumidores tendrán que pagar más por el mismo producto”, señala Simon Lester desde el Center for Trade Policy Studies.
“Si una empresa alemana, por ejemplo, vende carros en Estados Unidos y debe pagar aranceles más elevados para la importación de ese producto, tiene dos posibilidades, o asumir el costo o subirlo para que sea pagado por el que lo compre. Y generalmente, suele pasar lo segundo”, detalla.
Lo mismo sucede con los exportadores.
De acuerdo con el profesor de la Universidad de California, este tipo de disputas comerciales conducen a la interrupción del comercio y de las cadenas de suministro globales, lo que daña la rentabilidad de las empresas que importan insumos y exportan productos.
Pero los analistas aseguran que las meras amenazas de una guerra comercial también tienen su impacto negativo en el mercado de valores.
“Uno de los principales reflejos es su impacto en la bolsa, dado que los inversores se ponen nerviosos, cuando ven en esto un síntoma de inseguridad. Entonces, caen los valores y también, la confianza del consumidor y de los usuarios”, señala el especialista del Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales.
La Casa Blanca, no obstante, desestimó que la medida puede implicar una subida de los precios y consideró que, en cambio, puede llevar a una consolidación de las industrias nacionales y a la generación de empleos.
¿Son realmente “buenas” y “fáciles de ganar”?
Tras las críticas al anuncio de la subida a los aranceles del aluminio y el acero, el presidente Trump aseguró en un tuit que las guerras comerciales eran “buenas y fáciles de ganar”.
La directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, respondió que “nadie gana” en una guerra comercial y vaticinó que un nuevo conflicto de este tipodañaría el crecimiento económico global.
Los especialistas consultados por BBC Mundo coinciden en que los resultados de una disputa de este tipo son generalmente negativos.
“El 99,9% de los economistas cree que las guerras comerciales perjudican económicamente a los países beligerantes y que, como resultado, todos los países pierden”, apunta Barry Eichengreen.
Por su parte, el expresidente del Consejo Nacional de Comercio Exterior de Estados Unidos opina que tampoco cree que sean fáciles de ganar.
“A través de la historia hemos visto que cuando algún país toma medidas restrictivas para la importación de ciertos productos, es difícil que los países afectados no respondan. Y esto puede llevar a que más productos se vean afectados. Sinceramente, no veo ningún ganador en estas disputas”, afirma.
fuente: weforum.org