Cuando de plano se te olvida todo puede ser por tu estilo de vida, daño cerebral, enfermedades o efectos secundarios de medicinas. Cuando no duermes bien, viajas mucho y te pega el jet lag, choques, caídas, ansiedad, depresión, cáncer, demencia.. y un sin fin de enfermedades más.

Aquí te vamos a decir con cuáles señales debes preocuparte e ir corriendo con el neurólogo.

Si tienes alguno de estos desperfectos, pero no estás peor que hace unos años, quizá solo tengas que mejorar tu atención.

• Te acuerdas de qué trató la película que viste el fin de semana, pero no te acuerdas bien del nombre.
• Las notas, agendas y calendarios te ayudan a organizarte.
• Se te puedo olvidar la fecha, pero tienes claro el año, el mes y el día de la semana.
• Te sabes mover por la ciudad perfecto, pero si alguien te pide indicaciones, batallas con los nombres de las calles.
• Te acuerdas del punto central de las conversaciones, pero no siempre tienes clarísimos los detalles.
• De pronto vas a la cocina y ya ahí, se te olvida a lo que ibas.
• Tus olvidos no joden tu vida diaria, ni tu desempeño en la oficina.

¿Cómo te fue? No cantes victoria, porque de tener tres o más de las siguientes señales, ve con un neurólogo, psiquiatra o neuropsicología para identificar la causa y ver qué se puede hacer o puedes probar los beneficios de bailar para el cerebro…

• A veces te causa bronca seguir tareas cotidianas, como ir a pagar la luz, el gas, el agua o hacer la comida.
• Las notas y calendarios no te sirven porque se te olvida revisarlos.
• Tu perdida de memoria te ha dado buenos sustos, como cuando de pronto te das cuenta que no sabes dónde estás.
• Te cuenta trabajo seguir el hilo de una conversación en una junta de trabajo.
• Se te olvida comer o no te acuerdas si comiste o no.
• Se te olvidan las fechas importantes, como los cumpleaños de tus hijos.
• Ya eres famoso por repetir tus comentarios repetir tus comentarios repetir tus comentarios en una misma conversación o preguntar lo mismo una y otra vez.

Fuente: moi