La nadadora, con 26 medallas cosechadas en cinco Juegos Paralímpicos, es un ejemplo de superación y dedicación.
La nadadora Teresa Perales (Zaragoza, 45 años) ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en la edición de 2021, según ha hecho público este miércoles el jurado encargado de su concesión. El jurado ha valorado la “brillante trayectoria” de Perales, así su “profundo, activo y valiente compromiso social”. La candidatura fue propuesta por Gloria Fernández-Lomana, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2021.
Para los miembros del Jurado, la nadadora es una extraordinaria deportista y un icono del movimiento paralímpico internacional. “Su figura reúne de manera ejemplar los más admirables valores deportivos. Con este premio se reconoce el esfuerzo y la capacidad de superación de todo un colectivo en el mundo”, señala el acta.
Con 19 años, Perales sufrió una neuropatía y perdió la movilidad de ambas piernas. Fue entonces cuando, junto a sus entrenadores Ramiro y Ángel, reaprendió a nadar. Las horas invertidas y disfrutadas en la piscina le trajeron, además, un saco de medallas paralímpicas: 26 en total. Además, suma otros 22 metales en Mundiales y 43 en Campeonatos de Europa. Es la carta de presentación que mostrará cuando enfile este verano en Tokio su sexta participación en unos Juegos Olímpicos. No le faltan las ganas pese a haber superado la barrera de los 40. Y pese a encontrarse, ahora mismo, con el brazo en cabestrillo, lesionada tras la última competición en la que participó. Tiene, además, un ambicioso objetivo: superar las 28 medallas que logró su colega Michael Phelps, ya retirado. “Yo soy muy mañica y no descarto acabar en el podio”, dice.
Antes de convertirse en la deportista paralímpica española más reconocida, Perales era karateka y la natación le parecía “aburrídisima”. Así lo confesaba recientemente en una charla con EL PAÍS, en pleno confinamiento y tras conocerse la noticia del aplazamiento de los Juegos en 2020. “Cuando acabe Tokio, quedarán solo tres años para París. Así me puedo animar más para ir a por los siguientes. Si ya lo tenía en mente, ahora no voy a poner excusas”, decía entre risas. Y mandaba toda una lección a quienes se quejaban por estar encerrados entre las cuatro paredes de su casa. “Los que hemos estado temporadas muy largas en un hospital, encerrados en una habitación, vamos con un poco de ventaja y vivimos el confinamiento con otra perspectiva, porque hemos pasado situaciones similares”.
Para ella el reconocimiento que se le otorga este miércoles es una oportunidad para seguir rompiendo barreras, así como para lanzar mensajes positivos, especialmente para el colectivo de personas discapacitadas. Por eso se acordó de quienes, como ella, han tenido dudas y miedo. “Que tengan claro que nosotros somos capaces de reescribir nuestro propio guion. Tenemos esa capacidad. Va el premio y el mensaje dedicado a todos aquellos de ahora tienen algunas dudas”, dijo en una entrevista con RTVE.
Casada y madre de un niño de 11 años, Nano —“ellos me conectan a lo bonito. Me han dado la motivación para vivir”, afirma—, Perales es hoy una mujer de éxito. Pese a las circunstancias. Se diplomó en Fisioterapia y se formó en coaching profesional. Y quiere que la gente vea en ella “a una mujer valiente que se ha comido el mundo, a una mamá de un niño que farda de ella”. Porque lo que veía antes, y así explicaba en una entrevista en EL PAÍS, era lástima: “Ese ‘pobrecita, con lo jovencita que es, y en silla de ruedas’. Era como si me dijeran que era un proyecto de vida frustrado, y menos mal que no me lo creí”. Amén. Hoy podrá poner junto a sus decenas de medallas un Princesa de Asturias de los Deportes.
Fuente: El País
