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sábado, abril 27, 2024
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Goku descubre su mejor técnica y el Vegeta más sangriento en el último capítulo de Dragon Ball Super

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Un mes entre capítulo y capítulo parece una eternidad, y más cuando vemos como en One Piece la cosa fluye semana tras semana, pero ya tenemos entre nosotros el último episodio del manga de Dragon Ball Super, que podéis ver de forma gratuita en Manga Plus.

En él sigue la eterna batalla contra Gas de parte de Goku y Vegeta, que ambos en sus formas definitivas del Ultrainstinto y Megainstinto, quieren plantar cara al nuevo luchador más fuerte del universo. ¿Cómo ha sido el capítulo? Lo analizamos a continuación. Spoilers, claro.

De nuevo, como pasa en todo este arco de Granola, estamos ante un capítulo de muchísima acción, con Vegeta haciendo frente a Gas en primera instancia. El príncipe de los saiyans sigue acumulando energía a base de recibir golpes –cualquiera diría que es Rocky-, demostrando que acumula poder mientras más daño recibe, en una versión que respira la esencia de los saiyans de la que tanto se habló durante Namek en Dragon Ball Z.

El combate parece que está a favor de un Vegeta que a cada golpe es más fuerte, pero el límite del cuerpo del saiyan se pone en duda y tal vez por eso Bills es tan fuerte, por su capacidad de aguantar el dolor. Gas le golpea pero no da crédito a lo que ve, con un rival que no se da por vencido.

La realidad es que Vegeta está al borde de la muerte, con el difícil equilibrio de ser más poderoso que nunca por este motivo. Tanto que consigue golpear muy fuerte a Gas y asustar a todos los hermanos del mismo. Cuando parece que va a dar el ataque definitivo, cae noqueado y sin conocimiento. Mientras esto sucedía, Goku intentaba buscar en su interior la mejor forma de controlar el Ultrainstinto. Y éste, además de salvar a Vegeta en el último momento, dice que ya lo tiene: es en el modo señal.

Un paso atrás respecto al Ultrainstinto
Según explica el propio protagonista, en el estado señal –que era el previo a dominar la técnica y que vimos por primera vez en el Torneo del Poder- tiene muchas de las virtudes de esta transformación pero mantiene su pasión y corazón para combatir, un equilibrio que considera es la mejor forma que tiene ahora mismo para vencer a Gas. Y lo cierto es que la cosa parece funcionar durante los primeros compases del combate.

Goku admite que no está en calma, seguramente por lo que ha conocido de su padre Bardock y los recuerdos de su madre, y empieza a luchar con un Gas que se ve superado. Esta vez sí, Goku está un poco por encima de su rival. El combate con los trazos de Toyotaro es espectacular, algo que ya hemos visto y repetido varias veces: el avance en el dibujo y en el ritmo y composición de las luchas es mucho mejor desde que acabó el torneo del Poder.

El último alegato
Pero esto es Dragon Ball y en este arco la cosa nunca parece acabar. Un alegato del hermano mayor de Gas cuando este parece vencido consigue despertar la furia total y absoluta del rival de Goku. Como ya pasó con Bardock hace 40 años, el enemigo saca todo su poder y se transforma en una forma más bestial y primaria, algo que deja a Goku con cara de preocupación. Así termina el capítulo que nos deja ciertas incógnitas. ¿Granola volverá a luchar? ¿Realmente Freezer será un personaje a tener en cuenta? ¿Alguien se acuerda de Siete tres y qué pasó con él al inicio del arco?

Lo cierto es que el debate sobre Goku está abierto. Ante Jiren, Goku admitió en su estado Señal que había dejado atrás emociones innecesarias, su corazón estaba en calma y por eso estaba listo para combatir con él. Ante Moro, ese estado todavía no era suficiente para vencer a dicho enemigo hasta que dominó el estado del Ultrainstinto al completo. Ahora, en cambio, en modo señal las emociones son importantes. Veremos cómo acaba, pero con Gas en ese estado de furia parece que el final del combate se acerca.

Info:As.com

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